Tarjeta gráfica: ¿como saber cual es la que necesitas?.

Cuando vamos a motar un PC, además de elegir el procesador, placa base, memoria RAM, disco duro, etc... Debemos también elegir una parte muy importante del equipo, la tarjeta gráfica, eligiendo una que cubra nuestras necesidades, para ajustar un presupuesto acorde con nuestra elección. Además ete artículo también te servira como orientación si sólo quieres actualizar tu tarjeta gráfica.

Las tarjetas gráficas se dividen en tres grupos o catergorias: Gama Baja, Media y Alta:

Gama baja: Este primer grupo de tarjetas gráficas esta destinado a cubrir necesidades básicas como son la edición de textos, reproducción de videos, navegar de internet y algún juego de poca carga gráfica. En muchos casos es suficiente con la tarjeta gráfica integrada en las placas base. Y si con esta no tenemos suficiente o la tarjeta que tenemos es una tarjeta antigua y deseamos actualizar, el coste no será alto ya que por unos 50 euros podremos montar bien una Nvidia GeForce GT 520 o una ATI HD 6450. Ambas con una ptencia gráfica similar y salida HDMI. Cualquier modelo de tarjeta de esta gama de tarjetas gráficas, se adapta perfectamente a cualquier configuración de placa base, cantidad de memoria RAM y procesador del que se disponga, ya que estos elementos no serán un factor limitante de la potencia máxima gráfica desarrollada por la tarjeta. Ya que por básica que sea esa configuración, sera suficiente para dejar que la tarjeta alcance su máximo potencial.

Gama media: Este segundo grupo de tarjetas esta destinado a usuarios desde los que necesitan un mayor potencial gráfico por ejemplo para diseño, edición de video, etc... Hasta los usuarios habituales de videojuegos. Que necesitan obtener el máximo rendimiento de su tarjeta gráfica sin que el precio se dispare ya que cuentan con un presupuesto límitado. Pero que aunque no lleguen a alcanzar el máximo potencial gráfico (es decir las más altas resoluciones en los juegos), la tarjeta gráfica permita jugarlos con una resolución suficiente y al menos que aguante durante mucho tiempo sin que el equipo se bloquée, interrumpiendo así el juego. En este tipo de tarjetas gráficas el costo se elevará entre los 100 y 200 euros. Es más recomendable adquirir los modelos de 200 euros, que nos proporcionaran más potencia gráfica como la Geforce GTX 560 Ti o la Ati HD 6950 que nos permitira jugar a todo tipo de juegos además de aprovechar las cualidades del Directx 11. Que los modelos de 100 euros como GTX 550 Ti. Todos estos modelos cuentan con salida HDMI. A partir de esta gama de tarjetas y en la gama alta, habra que tomar en cuenta la configuración de placa base, cantidad de memoria RAM y procesador del que se disponga, ya que estos elementos podrían ser un factor limitante de la potencia máxima gráfica desarrollada por la tarjeta. Conocido como cuello de botella, por lo que habrá que elegir una configuración equilibrada de estos elementos con respecto a la tarjeta. Porque de lo contrarío sobredimensionariamos la tarjeta gráfica, en función del rendimiento obtenido, por lo cual estaríamos tirando el dinero literalmente, al escoger una gráfica cara, para el resultado que obtendíamos.

Gama alta: Este tercer grupo de tarjetas esta destinados a los usuarios que siempre quieren o necesitan disponer de la más alta tecnología o de lo último que se ha lanzado al mercado. Esos usuarios pueden ser de dos tipos: los que los usan para jugar a videojuegos con las máximas resoluciones y los que hacen un uso profesional de ellas como diseño gráfico, edición de video o trabajan con motores 3d y software gráfico especifico. Y que cuentan con un presupuesto elevado, sin límites. Suelen tener claro el modelo de tarjeta gráfica que necesitan. Que suele ser la más potente en ese momento independientemente del fabricante o la que esten dispuestos a pagar. Ahora mismo lo mejor y más potente que se puede encontrar en el mercado son la Geforce GTX 590 y la Ati HD 6990. Alcanzando unos precios sobre los 700 euros. Recordemos que estas gráficas deberan estar acompañadas de un procesador, placa base y memoria suficientemente potentes como para que las tarjetas gráficas alcancen el máximo rendimiento.